sábado, 30 de diciembre de 2006

SEÑALES DEL ALMA

Mi sistema colapsó; estoy llorando.

Tengo un dolor en el alma que siento a la altura del pecho, y mi cuerpo está lleno de lágrimas que pujan por salir todas juntas.

Emoción y sentimientos transitan mi ser a una velocidad increíble.
No sé dónde me llevan, pero estoy feliz de que sucedan, que salgan, que asomen, que supuren, que den lugar a vida nueva.

Necesitaba este momento... Dejar que las cosas fluyan y se acomoden solas, vivir los dolores internos sin vergüenza por ojos que te miran. El dolor no es malo cuando te libera; es energía contenida en emociones que explota y sale, como el llanto increíble de Lucila con sus ojos brillando y mirándome sumergidos en un mar de lágrimas y angustia....

El dolor es transformación; es cambio (aunque uno en esencia sea siempre el mismo).

No pido piedad ni compasión mientras lo sufro. En todo caso exijo respeto.

No intenten juzgarme en medio de este proceso. Y si bien soy de aquellos que prefieren ver "la viga en su propio ojo", mi derecho a defenderme me autoriza a pensar que también hay "pajas en ojos ajenos”.

Gente de este mundo: Sé lo que quiero. No molesten. No invadan. No perturben. No distraigan. No jodan. Mi alma colgó el cartel “Hombre sufriendo”, y les pido que lo respeten.

El "sistema Gonzalo" ha entrado en colapso definitivamente y eso es bueno... muy bueno.

Dicen en Oriente: "el agua toma la forma del recipiente que la contiene". Quiero darle entonces tiempo al tiempo para que mis emociones y sentimientos sean moldeados por mi esencia.

Como en la novela, “todo está iluminado”.

Dejen que la luz haga su trabajo y envuelva mi dolor; permitan -se los ruego- que esa energía complete su proceso liberador, sanador. No interrumpan su rutina, no alteren -se los suplico- su función equilibradora.

“HOMBRE SUFRIENDO. Silencio. Por favor NO MOLESTAR.”

miércoles, 20 de diciembre de 2006

¡CORRE X, CORRE!

Es evidente que X logra lo que se propone.

Fue una de las cosas que màs me atrajo de ella.

Su objetivo en la vida es superarse constantemente en cada una de esas carreras. Es una atleta importante: 10K, 21K, 42K y otras pruebas de alta exigencia por todo el paìs y fuera de èl representando a la Argentina la han colocado en el podio de los que triunfan.

No tiene 20 años, pero X es una mujer sumamente atractiva.
Su piel tiene la textura del ébano y mantiene un tostado permanente producto de las largas horas que pasa bajo el sol.... corriendo.

“La mueve la pasión”, pensé y quise conocerla.

Nos frecuentamos durante algunas semanas de manera un poco dificultosa: los dos tenemos agendas difíciles y compromisos profundos.

Hablé bastante, pero no habían muchas respuestas.

Habían sí algunos gestos... que no alcancé a comprender bien.

Me mostró su casa y yo le mostré la mìa.

Me mandó fotos de ella desnuda por mail, y yo -por supuesto- no le mandè fotos mìas.

Hicimos el amor y nos gustó.

Alguna vez esbozó que no quería hablar porque tenía miedo de que se generen compromisos o expectativas. Puedo entenderlo, aunque yo no sea de las personas que sienten que las relaciones se construyen con demandas o reclamos. Y cumplió al pie de la letra: nunca dijo nada desde el alma.

X mientras tanto seguía corriendo y superándose a sì misma... en las pistas.

Un día tuvimos un desentendimiento muy menor por mail y X se fue corriendo (que es lo que mejor sabe hacer).

X es un misterio.

A X no la mueve la pasión. A X la condena la obsesión.

X logra lo que se propone....corriendo.

Pero su veloz paso deja detrás la vida misma.

Corre X, corre.